Viaje a Italia

Este año tocaba Italia. Pablo ya había estado y es el único viaje en el que uno de los dos ha repetido en un lugar ya conocido, pero a mí me apetecía mucho hacerlo. Es uno de esos lugares que hay que visitar, como Londres o París, y a Pablo no le importaba, así que… para allá que nos fuimos.

 

Algunos detalles del viaje:

Fechas: del 22 de junio al 1 de julio

Duración: 10 días (9 noches) en total, viajes incluidos. Estuvimos 4 días en Roma, 4 en Florencia y 2 en Venecia.

Vuelos: aunque era mucho más barato volar ida y vuelta a Roma, se adaptaban mejor a nuestro viaje el vuelo de ida a Roma y el de vuelta desde Venecia, y así quedó la cosa:

Ida: como casi siempre, volamos con Ryanair, aunque en esta ocasión reservamos a través de www.rumbo.es. Madrid-Roma Ciampino 74 euros los dos billetes facturando dos maletas.

Vuelta: con Air Europa, Venecia-Madrid 168 euros los dos billetes y con las mismas dos maletas.

Unas 2 horas y media cada viaje.

 

Alojamientos:

Roma: Hotel Sonya, reservando a través de su página web, 336 euros 4 noches (84 euros/noche). Excelente relación calidad-precio. La habitación estuvo genial, aunque todas eran diferentes. Muy buena ubicación, cerca de la estación de trenes de Termini y a corta distancia del centro histórico y, general, de todos los lugares a visitar. Fuimos caminando a todos sitios.

Florencia: Hotel Vivahotel Piti Palace al Ponte Vecchio, a través de www.booking.com, 318 euros 3 noches (106 euros/noche). Elegimos este hotel por su ubicación, justo a la entrada del Ponte Vecchio. Fue el mejor de los tres, también el más caro.

Venecia: Hotel da Bruno, reserva a través de su propia web, 200 euros 2 noches (100 euros/noche). Nos queríamos alojar en el distrito de San Marcos para no perder tiempo en desplazarnos y éste fue el hotel más barato que encontramos en esa zona. Sencillito para el precio, pero está en todo el mogollón, a dos pasos de Rialto y San Marcos.

 

Desplazamientos: todos los desplazamientos los hicimos en tren. No los llevamos reservados, teníamos apuntados los horarios gracias a la web de Trenitalia  y compramos los billetes en el momento. Los precios por billete:

Roma – Florencia:  42 euros

Florencia – Pisa ida y vuelta: 11.20 euros

Florencia – Venecia: 37 euros

 

DÍA 1 – LLEGADA A ROMA

Llegamos al aeropuerto de Ciampino sobre las 12 del mediodía. Una vez recogidas las maletas, salimos del aeropuerto en busca del autobús Terravisión que nos llevará hasta la ESTACIÓN DE TERMINI.

Desde la estación, vamos andando hasta nuestro hotel, ya que se encuentra a pocas manzanas, justo enfrente del Teatro de la Ópera. Dejamos los trastos, descansamos unos minutos y nos disponemos a dar nuestro primer paseo por la ciudad.

Primera parada: FONTANA DE TREVI. A unos 10 minutos del hotel, nos encontramos con uno de los reclamos turísticos más importantes de Roma. Aunque es mediodía y hace calor, hay bastante gente. En los días que estaremos aquí, nos daremos cuenta que es un lugar en el que hay gente a todas horas.

Continuamos nuestro paseo hacia la PIAZZA DE SPAGNA, no sin antes degustar nuestro primer pedazo de pizza en un puesto callejero cercano a ésta.

Llegamos a la plaza por la parte de abajo, también aquí hay muchísimos turistas. Contemplamos la FONTANA DELLA BARCACCIA y subimos después por la famosísima escalinata. Desde la parte superior de la escalera, las vistas de la plaza y de la ciudad son espectaculares.

Seguimos nuestro paseo hacia la PIAZZA DEL POPOLO. Nos sorprende por su amplitud. Algunas estatuas y fuentes están en obras.

Saliendo por la izquierda de la plaza, cruzamos el RÍO TÍBER por el Ponte Regina Margherita. El paseo por la orilla del río en dirección sur, rodeados de árboles, es para mi gusto uno de los más agradables de la ciudad. Llegamos hasta el CASTEL SANT’ANGELO y pasamos un buen rato fotografiando éste y el conocido PONTE SANT’ANGELO.

Continuando el paseo llegamos hasta la CIUDAD DEL VATICANO. Situados al principio de la Via della Conciliazione, observamos la BASÍLICA DE SAN PEDRO con el sol poniéndose a su espalda. Es una imagen imponente.

Volvemos al hotel para descansar un rato y salimos de nuevo para cenar. Damos un paseo nocturno hacia el Panteón, plaza della Rotonda, Piazza di Pietra y templo de Adriano y cenamos en un restaurante cercano. De vuelta al hotel, visitamos la Fontana di Trevi iluminada.

 

DÍA 2 – COLISEO, FOROS ROMANOS, MONUMENTO A VICTOR MANUEL II Y CIRCO MASSIMO

Hoy toca una de las visitas fuertes: vamos a conocer el COLISEO y los FOROS ROMANOS. Llegamos temprano, ya que hemos leído que se forman grandes colas para entrar, y efectivamente a las 08.30 somos de los primeros y no tenemos que esperar para entrar. Compramos la entrada conjunta de Coliseo y Foros que sale más económica (12 euros) y cogimos también una audioguía para enterarnos bien de todo. Fue un acierto, la verdad, porque aunque el lugar es una auténtica pasada (además hay poquita gente y bastante silencio) no lo vives igual si no te cuentan cómo se construyó, que su inauguración duró 100 días o que en laberinto de túneles que forma el subsuelo compartían alojamiento gladiadores, condenados y animales.

coliseo-byn

La visita interior dura alrededor de una hora. Después, damos una vuelta por fuera y visitamos el ARCO DE CONSTANTINO, justo al lado. A continuación, visitamos los Foros y el Palatino, otro de los platos fuertes de la ciudad. La visita dura un par de horas y alucinamos con lo bien conservadas que se encuentran algunas estatuas y monumentos y el trabajo tan impresionante de reconstrucción y conservación que debe llevar. Hay rincones en los que te imaginas perfectamente a los romanos con sus túnicas y sandalias paseando por allí. Para terminar visitamos el Palatino, la más céntrica de las siete colinas de Roma y la zona más antigua de la ciudad.

Saliendo de los Foros y continuando por la via de Fori Imperiali, se llega al MERCADO Y COLUMNA DE TRAJANO, bastante impresionante por su altura y las escenas que en ella se representan. Está muy bien conservada. En la cercana Piazza Venezia, está el MONUMENTO A VICTOR MANUEL II, un imponente edificio de mármol blanco construido en honor al primer rey de la Italia unificada y de visita obligada. Reconozco que a nosotros no nos gustó especialmente, nos pareció demasiado ostentoso y fuera de lugar (pero es una opinión personal).

Hacemos una parada para comer en un restaurante por la zona y volvemos para hacer la subida al CAMPIDOGLIO. Aunque no tenemos intención de visitar los Museos Capitolinos, hemos leído que desde allí se obtiene una de las mejores vistas de los Foros y así es. Hay un mirador desde donde se ven los foros desde lo alto, aunque suele haber bastante gente, sobre todo cuando cae el sol y encienden la iluminación.

Bajamos hacia el río para visitar el PONTE ROTTO y la ISOLA TIBERINA. Pasamos por la puerta de la BOCA DE LA VERITÁ, pero hay tal cola para hacerse la foto de rigor que se nos quitan las ganas y continuamos nuestro camino. Hacia el sur, llegaremos al CIRCO MASSIMO, recinto alargado escenario de las carreras de carros de la Antigua Roma. Allí nos cruzamos con varios grupos que lo recorren con Segways de alquiler. Y desde allí se observan unas bonitas vistas de los edificios en ruinas del Palatino.

Volvemos al hotel para descansar los pies y darnos una ducha y salimos de nuevo en busca de un lugar para cenar y hacer unas cuantas fotos nocturnas.

 

DÍA 3 –  PANTEÓN, PLAZA NAVONA, CAMPO DI FIORI Y TRASTEVERE

Hoy comenzamos nuestro recorrido por el PANTEÓN, no sin antes hacer otra visita a la Fontana di Trevi que, aunque ya la conocemos, nos pilla de camino. Llegamos temprano pero ya empieza a haber bastante gente. La entrada es gratuita y damos una vuelta por el templo, que es impresionante tanto por dentro como por fuera. Además, conserva siempre una temperatura estable y se está muy fresquito dentro. Salimos y en la plaza de la Rotonda (al Panteón también lo llaman La Rotonda, de ahí el nombre del plaza) hay bastante ambiente.

Callejeamos un poco por los alrededores, las callejuelas son estrechas y es agradable pasear por allí, y enseguida llegamos a la cercana PIAZZA DELLA MINERVA, donde se encuentra el curioso Pulcino della Minerva. Es una estatua de Bernini con un elefante en su base que sujeta un obelisco. Ya que estamos por aquí, nos acercamos a la IGLESIA DEL JESÚ y, como es temprano, no encontramos casi gente y la podemos visitar y fotografiar sin problemas.

Nuestra siguiente parada en la PIAZZA NAVONA, para mí, una de las plazas con más encanto de toda Roma. Tiene forma rectangular (fue un estadio hace muchos siglos) y reúne esculturas, edificios y fuentes de gran valor. Las 3 fuentes son preciosas y te puedes pasar un buen rato observándolas: son la Fontana di Nettuno, la Fontana del Moro y la Fontana dei Quattro Fiumi. Además, los bajos de la plaza están repletos de comercios y restaurantes y hay siempre muchísimo ambiente. Es típico probar por allí los tartufos y helados, aunque los puedes encontrar por toda Italia.

Continuamos nuestro camino hacia la cercana PLAZA CAMPO DI FIORI. Todos los días alberga un mercado de fruta, verdura y flores y pasamos un buen rato dando una vuelta por allí. Nos parece un lugar con mucho encanto también.

Cruzamos hacia el otro lado del Tíber para visitar el barrio del TRASTEVERE. Es una zona residencial con muchos edificios medievales y callejuelas estrechas que te invita a pasear y perderte en ellas. Después de una breve caminata, llegamos a la basílica de Santa María in Trastevere, la visitamos y continuamos nuestro paseo por el barrio. Hay muchísimos restaurantes, panaderías, etc. Es una zona perfecta para comer y también sabemos que muy recomendable para venir por la noche a tomar algo e incluso escuchar música en directo. Como se nos ha hecho la hora de comer y llevamos muchas horas en pie, buscamos el CARLO MENTA, un restaurante recomendado, y no solo comemos genial y barato, sino que además pasamos un rato entretenidísimos con un grupo de escolares que han debido venir de visita al barrio y también están comiendo allí.

Con el estómago lleno y los pies un poco más descansados, nos damos una buena caminata de vuelta a nuestro hotel, pasando de nuevo por el Circo Massimo y la zona de los foros.

Descansamos y nos damos una buena ducha y, a media tarde, volvemos a salir rumbo al Colisseo. Le vamos a hacer una sesión de fotos. ¡Que se prepare! Disfrutamos de un maravilloso atardecer en la zona y nos pasamos buena parte del anochecer haciendo fotos por allí.

 

DÍA 4 – VATICANO

Nos levantamos prontito, como todos los días, y bajamos al desayuno del hotel para coger fuerzas para un día intenso, cuando nos enteramos de que … ha muerto Michael Jackson. Todos los allí presentes estamos embobados mirando la televisión.

Una vez pasado el shock, cogemos nuestras mochilas y nos vamos directos a la CIUDAD DEL VATICANO. Sabemos que se forman unas colas inmensas para visitar la basílica por lo que a las 9 y algo ya estamos allí. Prácticamente sin tener que esperar, comenzamos nuestra visita subiendo a la cúpula (se paga entrada a parte, si no recuerdo mal, 10 euros). La subida es impresionante, pero lo más alucinante son las vistas de la ciudad y de la plaza de San Pedro desde lo alto. La subida merece mucho la pena.

Continuamos nuestra visita por el interior de la basílica y le damos una vuelta completa: Piedad de Miguel Ángel, órgano, presbiterio y el imponente altar y Baldaquino.

A las 11:30 tenemos reservada la VISITA A LA NECRÓPOLIS y un poco antes nos dirigimos al lugar acordado para dejar las mochilas en consigna y comenzar esta visita guiada. Abro un paréntesis para comentar que no teníamos ni idea de lo que íbamos a ver aquí. Habíamos leído unos cuantos comentarios sobre la visita a la Necrópolis del Vaticano y nos aventuramos a hacerla, sin saber si nos gustaría o no. La reserva hay que hacerla con bastante antelación, los grupos son muy reducidos, unas 12 personas, y cuando nosotros fuimos sólo hacían una o dos visitas al día. Si estás interesado, tienes que escribir un correo a scavi@fsp.va indicando el día que te interesa hacer la visita, el idioma y las personas que sois. Te contestarán confirmando la fecha y hora y te pedirán que realices el pago anticipado. Cuando nosotros lo visitamos, costaba 10 euros, ahora creo que son 12. Después te envían un correo con todas las instrucciones de acceso, indumentaria recomendada, etc. Sólo decir que nosotros no somos religiosos y fue una de los lugares que más nos sobrecogieron y que todavía recordamos con sorpresa. Cierro el paréntesis.

Al Ufficio Scavi se accede por la entrada de Via Paolo VI, fuera del columnario de la plaza de San Pedro por la parte izquierda. Allí verás a la Guardia Suiza que, con su peculiar indumentaria, se encargan de la seguridad del Papa. Les enseñas tu reserva y te dejan pasar. Una vez consignadas nuestras pertenencias y reunido el grupo, nuestra guía, una joven italiana majísima que habla un perfecto español, se presenta y comenzamos la visita, que dura una hora y media. No pienso contar nada sobre este lugar. Estoy convencida de que hay que visitarlo sin tener idea de lo que allí vas a ver y escuchar, pero repito: ES UNA VISITA OBLIGADA.

La guía se despide justo en el lugar donde se encuentra la tumba de Juan Pablo II. Cuando nosotros llegamos, está atestada de gente (cuando nosotros viajamos a Roma, hacía 3 o 4 años que había muerto) y hay guardias que no te dejan pararte delante para que pueda pasar todo el mundo.

Subimos por unas escaleras y salimos al altar y baldaquino de la Basílica. Como ya lo hemos visitado antes, salimos hacia la calle y nos encontramos unas colas kilométricas para acceder a la Basílica. Es la 1 del mediodía. Hemos hecho bien en madrugar.

Plaza San Pedro

Salimos de la plaza de San Pedro a nuestra izquierda para continuar nuestro camino hacia los MUSEOS VATICANOS. Justo enfrente hay un restaurante l’Insalata Ricca y paramos a comer antes de entrar. Son recomendables, se come bien y no es caro. Allí descubriremos la mozzarella de búfala, que nunca antes habíamos probado.

Comenzamos la visita a los Museos Vaticanos sobre las 3. La entrada cuesta unos 16 euros y la puedes comprar por internet para evitar las colas. Cuando nosotros fuimos eran enormes. Los Museos Vaticanos son enormes. Podrías estar allí un día entero y no recorrerías todas las galerías. Si, como en nuestro caso, no eres un experto en arte y tienes el tiempo justo, tienes que seleccionar. Nosotros vimos: LA CAPILLA SIXTINA (sólo por esto, merece la pena pagar la entrada), alguna zona de esculturas, no recuerdo bien si las egipcias, el patio de la Piña y la escalera de Guiseppe Momo (increíble, foto obligada).

A la Capilla Sixtina se accede por una larga galería, por donde todo el mundo va a paso ligero. Al llegar tras una buena caminata, está atestada de gente, pero no es para menos. Te quedas boquiabierto, mirando para todos los lados embobado. Unos cuantos guardas de seguridad velan porque todo esté en orden y nadie saque la cámara de fotos. Nosotros hicimos alguna de estrangis, no podíamos quedarnos sin foto de esta archiconocida obra de arte.

Acabamos nuestra visita sobre las 5.30 de la tarde y cogemos el metro para volver al hotel. Será el único medio de transporte que utilizaremos en Roma durante estos 4 días.

Ya anocheciendo, salimos a dar un agradable paseo por las callejuelas que llevan al Castillo de Sant’Angelo y Vaticano de nuevo para hacer una sesión de fotos nocturna.

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  • Date 05/01/2017
  • Tags Viajes