Diciembre en Portugal

DÍA 1 – LLEGADA A LISBOA

DÍA 2 – LISBOA

Este viaje comienza en la nieve. Me explico: nos quedaban unos maravillosos días de vacaciones en diciembre y nuestros planes eran pasar una semanilla en Andorra, aprovechando el inicio de temporada. Cabía la posibilidad de que no nevara a tiempo y así fue. A falta de una semana para irnos, no había nieve suficiente y las estaciones de esquí todavía no sabían si podrían abrir al público.

Nos tocó cancelar reservas, sentarnos uno en frente del otro y preguntarnos: ¿Qué hacemos ahora?

Nos apetecía salir de Albacete, pero no teníamos apenas tiempo para preparar nada. Tras barajar varias opciones, decidimos viajar a la país vecino, totalmente desconocido para nosotros y que nos permitía ir un poco a nuestro aire sin necesidad de vuelos, etc.

Algunos datos del viaje:

Duración: 6 días, del 7 al 12 de diciembre de 2014

Medio de transporte: nuestro coche

Distancias:

  • Albacete – Lisboa: 835 kms
  • Lisboa – Oporto: 300 kms
  • Oporto – Albacete: 820 kms

Alojamiento: 2 apartamentos:

 

DÍA 1 – LLEGADA A LISBOA

Tras unas 8 horas de viaje, llegamos a Lisboa sobre las 17.30h (16.30 hora local) atravesando el puente del 25 de abril. Es domingo y hay poco tráfico, por lo que llegamos a nuestro alojamiento, Casa de Santos, en poco tiempo. Aparcamos el coche en la calle, de momento, aunque lo primero que haremos antes de ir a conocer la ciudad será buscar un parking. El barrio no nos gusta mucho y, además, mañana la zona azul se pondrá en marcha. Aunque hemos mirado que en la estación de Santos puedes dejarlo por 3€ al día, hay mucho tráfico y nos resulta complicado llegar, por lo que encontramos de camino otro parking que queda cerca del apartamento y allá que vamos. Después de dar un par de vueltas, encontramos la entrada. Es el parking de la plaza Don Luis I y cuesta 12.50€ el día completo.

Llegamos al edificio que hace de recepción de nuestro alojamiento, en la Rua da Boavista y una chica superamable enseguida nos atiende. Nos entrega las llaves, pagamos y nos acompaña a la calle, ya que el apartamento está en otro edificio, en una callejuela paralela a ésta. Por el camino, nos va contando algunos lugares de interés de la ciudad que no nos podemos perder.

Subimos una calle empinadísima con las maletas a rastras y, por fin, llegamos al apartamento. La escalera de subida es vertiginosa. Menos mal, que el nuestro está en el primer piso. El apartamento está genial, tiene salón, dormitorio, baño y una cocina más grande que la de nuestra casa. Dejamos los trastos, descansamos un poco y sin perder más tiempo emprendemos un paseo para conocer un poco Lisboa.

Llegamos a la PLAZA DE LUIS CAMOES. Hay muchísima gente por todas partes. La cruzamos y continuamos por Rua do Carmo, una calle comercial atestada de gente, hasta llegar a la PLAZA DE COSSIO, el centro neurálgico de la ciudad. Damos una vuelta, hacemos algunas fotos y continuamos hacia la PLAZA DE RESTAURADORES.plaza luis camoes lisboa

Como se acerca la hora de cenar, decidimos callejear un poco hasta encontrar la CERVEJERIA TRINDADE, que llevamos apuntada entre nuestras recomendaciones. Hay algo de cola pero decidimos esperar y no tardan ni 5 minutos en atendernos (cuando terminamos de cenar y salimos, la cola llega hasta la calle). Esperábamos una cervecería para tapear, pero es un restaurante en toda regla, donde el plato estrella es el marisco. Como a nosotros no nos entusiasma el marisco, pedimos 2 platos de pescado: bacalao a bras y lubina a la brasa; el primero riquísimo, el segundo poco hecho y un poco decepcionante. Con 2 buenas cervezas y una tapa de croquetas, la cuenta asciende a 38 euros.

Volvemos hacia el apartamento callejeando de nuevo, en busca de los famosos pasteles de nata y encontramos un sitio en la plaza de Luis Camoes, MANTEIGARIA, donde sólo sirven estos pastelillos. Los puedes tomar en la barra o te los preparan en cajas para llevar y puedes ver cómo los preparan allí mismo. No podemos esperar más para probarlos y nos pedimos 2. Están aún calientes. Espectaculares.

Bajamos por la empinada calle del ELEVADOR DE BICA, que a estas horas ya está parado y, sin querer, nos encontramos con el MIRADOR DE RUA CATARINA. Continuando esta misma calle, llegamos a nuestro apartamento y nos vamos a descansar. Mañana hay que patear la ciudad entera.

tranvia nocturno lisboa

 

 


DÍA 2 – LISBOA

Madrugamos, desayunamos y comenzamos el día con intención de coger un tranvía en la PLAZA DEL COMERCIO que nos lleve al BARRIO DE BELEM. Es una pequeña odisea, porque una vez localizada la parada, nos damos cuenta de que tenemos que comprar el bono de transporte en la estación de metro más cercana, no en el tranvía, y nos cuesta varias vueltas encontrarla. Al final, resulta estar en la misma plaza, oculta tras una especie de carpa-escenario que hay montada en un lateral de la plaza. Compramos el bono transporte de 24 horas y volvemos a la parada, donde enseguida cogemos el tranvía 15. Tras unos 15 o 20 minutos, llegamos a Belem. El tranvía nos deja justo en la puerta del MONASTERIO DE LOS JERÓNIMOS, hacemos algunas fotos pero nos enteramos de que cierran los lunes (y además es festivo), así que no se puede visitar por dentro. Sólo podemos pasar a la iglesia en riguroso silencio mientras se celebra la misa.

monumento descubrimientos lisboa

gallo lisboaCruzamos hasta el cercano MONUMENTO A LOS DESCUBRIMIENTOS y nos sentamos un rato a disfrutar de su ubicación, a la orilla del río, con el puente del 25 de abril y el Cristo Rey de fondo. Continuamos por la orilla del río hasta la torre de Belem, muy bonita, pero también cerrada por ser lunes. Damos una vuelta por el recinto y volvemos por donde hemos venido para visitar el JARDÍN BOTÁNICO TROPICAL, un lugar tranquilo y muy bonito, con numerosas especies de plantas y árboles exóticos. Merece un buen paseo si vas con tiempo de sobra. Lo que más nos gusta es el jardín oriental, los tremendos ficus y la fauna que nos vamos encontrando, pavos reales, patos, gansos y hasta un par de gallos enormes, típicos de Portugal.

Nada más salir del jardín, está la parada de tranvía que nos lleva de vuelta al centro. Nos sorprende que justo enfrente está la pastelería famosa por hacer los pastelillos de Belem (creo que es una de las más antiguas) y hay una cola enorme para comprarlos.

De vuelta en la plaza de Comercio, subimos por la RUA AUGUSTA, calle muy comercial y a estas horas llena de gente, para llegar a la Plaza da Figueira. Allí cogemos el tranvía 12 (en lugar del 28, porque no lo encontramos) y nos sube por unas calles estrechas y empinadísimas a la zona del castillo.

tranvia lisboa

Recorremos buena parte de la Costa do Castelo, desde la que se contemplan preciosas vistas de la ciudad, hasta que encontramos el BAR CHAPITO, otra de las recomendaciones de la lista. Es un lugar peculiar, como un patio ubicado en la colina con preciosas vistas al río. Nos sientan en un rincón muy bonito. La comida está muy rica y bien de precio: tomamos unas patatas fritas (realmente son las cortezas de las patatas fritas, nunca lo habíamos visto, pero están buenas), una ensalada y una hamburguesa + unas cañas, todo por 31 euros. Lo peor: el servicio. Las camareras son bastante secas.

lisboa

Con las barrigas llenas y los pies descansados, visitamos el CASTILLO, que está bastante cerca aunque hay que subir aún una buena cuesta. La visita merece la pena por las espectaculares vistas y la subida a las almenas, que te permite observar Lisboa desde todos los ángulos.

Bajamos dando un paseo por las empinadas calles. Nos topamos con el MIRADOR DE SANTA LUCÍA, con bonitas vistas al río y al barrio de Alfama, y la SÉ, CATEDRAL DE LISBOA. Una vez abajo, vemos parado el famoso tranvía 28 y nos subimos junto a un montón de gente para dar una vuelta en él. Aunque tenemos mala suerte, porque va ya de vuelta y nos lleva por la parte menos bonita de la ciudad. Como estamos ya muy cansados y nos acercamos a la zona de nuestro apartamento, decidimos bajarnos y cogerlo por la noche para subir a la zona alta.

Salimos después de cenar, pero no hay mucha gente por la calle y nos da un poco de mal rollo, por lo que dejamos la idea del tranvía e intentamos subir al elevador de Santa Justa. Tampoco lo conseguimos porque al llegar está cerrado (importante comprobar los horarios antes), por lo que nos volvemos al apartamento y mañana será otro día.

 

 

DÍA 3 – SINTRA
Salimos a buena hora de Lisboa y, después de que nuestro gps nos lleve por todo el centro y consigamos salir vivos, en el último momento nos equivocamos de salida y sin remedio tenemos que hacer el puente del 25 de abril de ida y vuelta para retomar el camino. Nos hemos chupado unos 20 kilómetros extra, cosas que pasan.

Sintra está apenas a 30 kms de Lisboa. Llegamos y cruzamos el pueblo siguiendo las indicaciones del PALACIO DA PENA hasta llegar a una carretera que sube por la montaña. Creemos que nos hemos equivocado porque vamos solos, pero alucinamos con el paisaje, un bosque verde y frondoso, y continuamos subiendo. Al final, llegamos al Castillo dos Mouros y unos metros más adelante encontramos la entrada principal del Palacio. Aparcamos prácticamente en la puerta, somos de los primeros en llegar, aunque hay sitio de sobra en 2 parkings en los alrededores.

Compramos la entrada conjunta para palacio y castillo y comenzamos a subir hacia el palacio. Recomendamos hacer la subida a pie. Está empinada, pero no tiene dificultad y el parque es impresionante. También puedes subir en minibús, creo que cuesta 3 euros. Una vez en el mismo, empezamos la visita por el interior. Estamos prácticamente solos. Vamos pasando por las salas, habitaciones y salones. Es una visita entretenida, porque además de ver las estancias, techos, azulejos, etc, han mantenido buena parte del mobiliario y enseres y no cuesta imaginarse allí a la reina, los sirvientes y demás visitantes. Tardamos una hora y media en total.

palacio da pena sintra

Decidimos no mover el coche y volver andando por la carretera para visitar el CASTELO DOS MOUROS. Está a pocos metros. Una vez alcanzas la entrada, hay que dar un agradable paseo hasta llegar al propio castillo.

castelo mouros sintra

Lo más interesante es subir a las almenas y disfrutar de las vistas, de Sintra por un lado, y del Palacio da Pena por otro. Una maravilla, aunque creo que si haces la visita por la tarde las vistas y fotos hacia el Palacio saldrán mejor, porque nosotros llegamos sobre las 12.30 y teníamos el sol en contra. A pesar de ello, hicimos algunas fotos chulas chulas:

palacio da pena sintra

 

Callejuela sintraVolvemos al coche y bajamos hacia Sintra. Nos queda claro que la subida al palacio y castillo no se puede hacer andando. Si no llevas coche, puedes coger cualquier autobús de los muchos que suben continuamente al palacio.
Aparcamos en una pequeña zona de parking al lado del Palacio Nacional, 2 euros por 4 horas. Callejeamos un poco por Sintra antes de comer y lo primero que nos encontramos la pastelería Piriquita, famosa por sus queijadas y traveseiros, dulces típicos de la zona. Nos la apuntamos para el café. Ascendemos por las callejuelas, llenas de tiendas, restaurantes y turistas. Hacemos mil fotos, el pueblecito es precioso.

 

Hacemos un parada para comernos unos bocadillos y vamos andando a la QUINTA DA REGALEIRA, que está a 5 o 10 minutos del centro. Compramos la entrada y, plano en mano, nos adentramos en los jardines para recorrerlos de cabo a rabo. La Quinta da Regaleira es una finca enorme, con una casa como centro y un parque precioso y muy bien cuidado que la rodea. Te puedes perder por los senderos y caminos, entre la vegetación, las fuentes, torres y grutas que te vas encontrando a tu paso. A nosotros nos encantó. No dejes de meterte en todos los rincones que encuentres y, si puedes, baja por el “Pozo iniciático”. Te sorprenderán los pasadizos subterráneos, como un pequeño laberinto excavado bajo tierra. ¡Y lleva linterna!

torre invertida finca regaleira

Para terminar, entramos a ver la casa, pero por dentro no tiene mucho interés. Las habitaciones tienen planos e información de cómo se construyó la Quinta, pero no hay apenas mobiliario de la época.

quinta regaleira sintra

Volvemos hacia el pueblo y ahora sí: momento de visitar a PIRIQUITA. Nos tomamos un café (hacía tiempo que no pagaba 0.70 euros por un café) y probamos las famosas queijadas y traveseiras, muy ricas ambas.

Las 4 horas de parking nos han venido justas. Nos volvemos para Lisboa y, como aun es pronto, sobre las 5 de la tarde, decidimos hacer la visita pendiente al MIRADOR DE SANTA JUSTA. Subimos al elevador y pagamos los 5 euros correspondientes. Es antiguo y la subida es curiosa pero no dura más que unos segundos. Al llegar a la plataforma, nos sorprende que el mirador más alto está cerrado y no podemos subir. Después de haber pagado los 5 euros por la subida, nos enfadamos bastante porque a donde hemos llegado se puede acceder desde la calle (gratis), pero al chico del ascensor parece importarle poco. Nos olvidamos de él enseguida y pasamos un buen rato haciendo fotos nocturnas desde allí.

Vuelta a casa por la plaza de Luis Camoes, compra de los 2 pastelinhos de rigor para después de cenar y fotos al elevador da Bica antes de llegar.

 

DÍA 4 – LLEGADA A OPORTO
Hoy nos trasladamos a Oporto. Antes de irnos, pasamos al MERCADO DA RIBEIRA, que está al lado del parking. Tiene una zona nueva, muy moderna, con un montón de puestos de todo tipo de comida que rodean el mercado y todo el centro está lleno de mesas de madera. Puede ser un sitio interesante para venir a comer o a cenar. En la parte vieja, está el mercado tradicional, con puestos de fruta, pescado y salazones, pero éste no tiene especial interés.
Salimos de Lisboa sobre las 9.30. El parking nos ha costado 12.50 euros por día. El maldito GPS de nuevo nos lleva por todo el centro de Lisboa, pero no tenemos más remedio que seguir sus instrucciones. Media hora después estamos incorporados en la A1, autopista que nos llevará a Oporto (peaje de 21 euros). Por el camino, queremos parar en BuÇaco, pero nos pasamos la salida y lo tenemos que dejar para otra ocasión.

A la 1 llegamos a Oporto y nos metemos en todo el centro histórico. Aparcamos en un hueco que encontramos en zona azul para buscar el alojamiento. Enseguida llegamos a la oficina. Hemos reservado un apartamento con Oporto City Flats. La oficina está en Rua do Almada, calle paralela a la avenida de los Aliados, y nuestro apartamento está justo encima. Nos recibe una chica encantadora, nos explica sobre el mapa de Oporto zonas que visitar, transportes, lugares para cenar, etc. Pagamos y subimos al apartamento, que resulta ser un loft chulísimo, muy moderno y prácticamente nuevo. Metemos el coche en un parking cercano y, sin perder más tiempo, nos lanzamos a la calle.

Es hora de comer y vamos en busca del CAFÉ SANTIAGO, donde hacen, según hemos leído, las mejores francesinhas de Oporto. Las francesinhas son unos sándwiches/bocadillos que mezclan todo tipo de ingredientes. En menos de 10 minutos, llegamos al café, está en la Rua Passos Manuel, cerca de la rua Santa Catarina. Está a tope de gente, pero queda alguna mesa libre. Nos atiende un camarero amabilísimo y pedimos 2 boulas de bacalau (croquetas), 2 francesinhas que llevan pan, salchicha, queso, jamon york, mortadela, ternera, huevo y salsa, con patatas fritas de acompañamiento y 2 cervezas. Todo nos cuesta 22 euros y salimos prácticamente rodando. Está riquísima, pero yo no me la puedo ni terminar.

Tenemos que darnos un buen pateo para quemar tanta caloría y, para empezar, nos dirigimos a la RUA SANTA CATARINA, una de las más comerciales de Oporto. Hay muchísima gente. Pasamos al MERCADO DO BOLHAO y bajamos hasta la Plaza de D. Joao I, donde hay instalada una pista de patinaje sobre hielo. Como se acerca la navidad, nos encontramos todo tipo de adornos, iluminaciones y carpas por todas partes.
rio duero oporto

Continuamos hasta la ESTACIÓN DE SAO BENTO, muy bonita y animada, y bajamos hacia la zona del río por la RUA MOUZHINO SILVEIRA, preciosa calle peatonal, con interesantes locales y edificios preciosos a los que no puedes parar de hacer fotos. Tras un paseo cuesta abajo, llegamos al RÍO DOURO, en el que nos sentamos en un banco a disfrutar del atardecer. Al fondo, la otra orilla del río, donde destacan los luminosos de las bodegas de Oporto; a la izquierda, el Ponte de D. Luis I.

puente luis i oporto

Volvemos subiendo en busca de un mirador que hay indicado en el mapa, por la rua Vitoria, al que se accede por una escalera. Todo un acierto: contemplamos desde allí los últimos minutos del atardecer, que dejan el cielo en tonos rojos y violetas y la ciudad comienza a iluminarse. Eso sí, el mirador está abandonado, hecho una auténtica porquería.

oporto anocheciendo

Subimos hacia la TORRE DOS CLÉRIGOS. Volviendo al apartamento, nos encontramos un mercado navideño instalado en la Plaza da Cordoaria y aprovechamos para comprar algún recuerdo.

 

DÍA 5 – OPORTO
Hoy tenemos todo el día para recorrer Oporto y madrugamos menos que otros días. Desayunamos tranquilamente y salimos a la calle sobre las 9.30. Hay una especie de niebla o bruma y hace bastante frío a estas horas. Lo primero que hacemos es bajar a la estación de metro de Sao Bento a comprar el billete de 24h que nos servirá para utilizar el transporte público durante todo el día. Nos cuesta 4.65€ a cada uno. Después nos enteraremos que no nos servirá ni para los tranvías ni para los funiculares, que es lo más turístico. Sólo sirve para metro, bus y trenes.

Camino de los jardines del Palacio de Cristal, es importante no perderse por el camino la LIBRERÍA LELLO, en la Rua das Carmelitas. La fachada no es especialmente llamativa y, cuando nos damos cuenta, nos la hemos pasado. Por dentro, es impresionante: tiene una escalera central preciosa y estanterías antiguas llenas de libros igual de antiguos. Está llena de carteles de “prohibido hacer fotos”, pero están permitidas de lunes a viernes de 9 a 10 de la mañana, por lo que es interesante visitarla a esta hora.

Tras 15 minutos de paseo, llegamos al PALACIO DE CRISTAL y damos una vuelta por los jardines. Es un parque urbano, con abundante vegetación y un lago con patos, palomas, garzas, gaviotas y algo que nos sorprendió mucho por todo Portugal: pavos reales. Tienen un montón sueltos en todos los parques y jardines. Las vistas del río y los puentes desde el parque son bonitas.

jardines palacio cristal oporto
Continuamos bajando hacia la ribera del río. Callejeamos un poco perdidos hasta encontramos una parada de tranvía. Tras unos minutos de espera, llega pero cuando intentamos subir el maquinista nos informa de que no sirve la tarjeta de transporte que llevamos. Nos bajamos decepcionados, pero en ese momento llega el autobús 500, un bus de dos plantas que hace el mismo recorrido que el tranvía por la ribera del río, y sin dudar subimos corriendo. Nos instalamos en la segunda planta y, calentitos, disfrutamos del viaje hasta la zona de playas. La señal para bajarse es cuando veas las olas enormes romper contra los espigones cercanos a la playa. Nos sentamos un rato a ver el espectáculo. Hay un FARO y la postal es preciosa.

Cogemos de nuevo el mismo autobús para volver. Ahora subimos desde la estación de Sao Bento hacia el PUENTE DE D. LUIS I. Preciosas las vistas desde el puente, a ambos lados, pero en nuestra opinión una de las mejores fotos se toma desde lo alto del funicular dos Guindais.

oporto
A continuación, queremos bajar a una bodega y es cuando nos damos cuenta de que tampoco sirve nuestra tarjeta para el funicular, por lo que resignados bajamos andando. Conforme nos vamos acercando, nos va dando olor a vino, pero pasamos por unas cuantas y están cerradas. Acabamos en Offley, la que nos ha recomendado la chica del alojamiento, pero también está cerrada. Le preguntamos a unos señores que están por allí trabajando y nos dicen que sólo abren de marzo a octubre, pero que podemos ir a Sandeman o a Ferreira.

Al final, se nos ha hecho la hora de comer y no queremos entretenernos más, por lo que volvemos cruzando de nuevo el puente, esta vez por abajo. Aunque no hacemos la visita de la bodega, la zona es bonita y merece la pena dar una vuelta por allí.

Comemos en la cafetería Aviz, una típica cafetería de barrio, donde tienen menú del día y platos combinados. Pedimos un plato de salmón y otro de bacalao con 2 cervezas y nos cuesta 15 euros. No es que sea muy especial, pero está bueno y es barato.

Después, vamos a tomar el café a MAJESTIC. El local es muy chulo y hay de cada personaje allí que alucinas, pero los precios son escandalosos: café, chocolate y una torrija 10 euros. En todo Portugal, hay muchísimas pastelerías y cafeterías con dulces riquísimos, no creo imprescindible ir a éste, pero bueno… un día es un día.

rio duero de noche
Volvemos al apartamento a descansar un poco los pies y a coger los trastos para hacer una sesión nocturna de fotos. Cogemos el metro que nos llevará de Sao Bento al otro lado del puente, en Jardín do Morro, y así evitar la subida. Pasamos un buen rato haciendo fotos: Puente de D. Luis I, catedral, estación de Sao Bento y avenida de los Aliados.
Después de 10 horas pateando, llegamos al apartamento con los pies para amputar.

oporto de noche

DÍA 6 – VUELTA A CASA
Hoy volvemos a casa. Hemos tenido mucha suerte porque nos ha hecho un tiempo increíble, todos los días sol y buenas temperaturas para estar en diciembre y hoy … está lloviendo.

Sólo destacar que al ir a sacar el coche del parking, la máquina dice que tenemos que pagar 70 EURACOS!!!! por un día y pico. Nos quedamos alucinados. Y además no admiten pago con tarjeta, por lo que nos toca salir a buscar un cajero para pagar. Aunque la chica del alojamiento nos había dicho que costaba unos 15 euros el día, hemos debido de hacer algo mal porque nos han facturado por minutos…. Es importante informarse bien antes.

Por último, comentar que la autopista de vuelta a España, la N16, es de peaje, pero no hay cabinas para pagar, sólo carteles por todas partes que te van avisando del importe pero que se supone que se debe pagar con algún dispositivo instalado en el coche. Nosotros, claro, no lo llevábamos, así que no pudimos pagar ni uno. No sabemos si nos llegará algún tipo de multa a casa. De momento, nada de nada.

 

CONCLUSIONES
Portugal es un país muy bonito, asequible e ideal para visitar si tienes unos pocos días. Buena opción la de ir en coche si vives relativamente cerca. Si no, mejor coger un vuelo a buen precio y plantarte en Lisboa u Oporto. La gastronomía es estupenda: se come y se bebe bien y barato. Muy recomendables los pescados y mariscos, los dulces (pasteles de Belem y otros), francesinhas en Oporto y los vinos. Nosotros nos hemos aficionado al “vinho verde”, muy suave y riquísimo.

Lo imprescindible:
• Oporto: pasear por sus calles, cruzar a la otra orilla y disfrutar de una preciosa postal.
• Sintra: Quinta da Regaleira y Palacio da Pena
• Lisboa: subir a la zona alta en un antiguo tranvía. Pasear. Probar los pasteles de Belem.

Aquí os dejamos un vídeo lleno de momentos de nuestra semana. Espero que os guste. Yo no me canso de verlo.

  • Date 18/08/2015
  • Tags Viajes