Budapest encantador

SÁBADO 23 DE MARZO – DÍA 1

Estamos haciendo la comida. Todo preparado para salir justo después rumbo a Madrid para coger el avión que nos llevará a Budapest. Recibo un SMS: “Vuelo 2372 MAD-BUD retrasado. Nueva hora de salida: 21:15. La facturación cierra según lo programado.”

Nuestro vuelo ya llegaba bastante tarde saliendo a la hora prevista, con lo que todavía llegaremos más tarde con este retraso. Descansamos un rato después de comer y salimos hacia el aeropuerto. Dejamos el coche en el parking de largas estancias. 33 euros por 6 días es un buen precio. Tomamos el minibús y en unos minutos estamos en la terminal 1 de Barajas.

Dejamos nuestra maleta en el mostrador de facturación para no ir tan cargados (llevamos 3 mochilas más y a tope) y pasamos por los controles de seguridad. Caminamos bastante hasta nuestra puerta de embarque, que un rato antes de salir la cambian. Pasamos un buen rato esperando para embarcar. Finalmente salimos sobre las 21:40. Hay turbulencias, pero llegamos a Budapest en unas 3 horas. Bajamos, cogemos nuestra maleta facturada y salimos a la calle. Enseguida encontramos la parada del bus 100E que nos llevará al centro de la ciudad. Tras unos 40 minutos de trayecto, llegamos a Ferenc Ter y caminamos unos 5 minutos hasta nuestro apartamento. Está muy bien situado, es amplio y la cama comodísima. A Eva la instalamos en el sofá-cama del salón.

Nos metemos en la cama a las 2am. Menos mal que mañana no tenemos que madrugar.

 

DOMINGO 24 DE ABRIL – DÍA 2

Nos levantamos sin prisa y salimos del apartamento sobre las 10. Lo primero es buscar un sitio para desayunar. Encontramos un supermercado cercano y cogemos unos yogures bebidos y unas piezas de bollería. Al llegar a caja para pagar, una señora nada amable nos dice algo en húngaro que no entendemos, por supuesto, y no nos cobra. Tras varias intervenciones, entendemos que estamos haciendo algo mal y volvemos para adentro. Hay una báscula donde hay que pesar y marcar la bollería, pero no entendemos nada. Ni siquiera las fotos se parecen a lo que hemos cogido. Menos mal que otra señora mucho más agradable y en inglés nos ofrece su ayuda y nos pesa los artículos.

Tomándonos el desayuno, caminamos paseando hacia la parada del autobús anfibio para coger el viaje de las 11. Pero al llegar nos dicen que está lleno. Dejamos pagado los billetes para las 3 de la tarde y decidimos conocer el centro de Budapest. Nos topamos con la estatua del Policeman barrigón (hay muchísimas estatuas en Budapest; uno de nuestros objetivos es encontrar todas la miniestatuas que podamos) y caminamos hacia la Basílica de San Esteban. Es muy bonita y nos hacemos unas fotos en la plaza. Continuamos hacia Ferenc Ter donde encontramos nuestra primera miniestatua (un osito colgando de una pared) y seguimos caminando hacia la Gran Sinagoga.

De camino, nos topamos con un mural de temática gastronómica en la fachada de un edificio. Después, descubriremos que hay muchísimos por toda la ciudad. La Sinagoga es impresionante y damos una vuelta por sus alrededores. Seguimos el paseo por el barrio judío hasta llegar al mercado de los domingos en Gozsdu Udvar. Tanto el mercado con la callejuela nos gusta mucho. Al salir por el otro lado, visitamos lo que queda del muro que separaba el gueto judío, situado en una finca privada en Kiraly utca. Nos sentamos a descansar en un banco y descubrimos el Twentysix, un restaurante en un patio interior lleno de plantas con muchísimo encanto. Reservaremos para ir a cenar la última noche.

Aquí tienes un mapa con las ubicaciones de las miniestatuas, porque como pretendas encontrarlas sin más, no vas a ver ni una:

Seguimos caminando en busca de miniestatuas y paramos en un Lidl a comprar algo para comer. Nos detenemos en el Parque de la Libertad, justo delante de la estatua de Ronald Reagan. Paseamos hacia la parada del Riverside y encontramos una fuente con chorros que se apagan cuando te acercas y te puedes meter dentro. Eva disfruta de lo lindo un rato jugando en ella.

A las 15h en punto estamos montados en nuestro autobús anfibio. Justo se ha nublado y empieza a llover. Nos viene estupendamente el viaje para descansar y protegernos de la lluvia. El autobús nos da una vuelta por el centro de la ciudad, conocemos la plaza de los Héroes y vuelve hacia el río. La audioguía en español nos va explicando la historia de la ciudad y curiosidades. Cuando nos acercamos al río, la música sube el volumen y de repente… el autobús se zambulle en el Danubio. Es un momento único. Reconozco que no daba un dura por esta excursión, pero ha merecido la pena. Nuestro “barco” nos da un paseo por el río hasta llegar al Parlamento y volvemos por donde hemos venido. La excursión dura 90 minutos, justo lo que ha durado la pequeña tormenta.

Para rematar el día, subimos al Ferris Wheel, la noria con vistas de la ciudad que está situada en la plaza Ferenc Ter. Un poco cara, pero las vistas merecen la pena.

Hacemos la compra y nos vamos al apartamento a descansar hasta el día siguiente.

 

LUNES 25 DE ABRIL – DÍA 3

Hoy madrugamos un poco más, desayunamos y nos encaminamos hacia el Parque de la Ciudad. Sacamos un bono de 10 viajes de transporte y tomamos la línea de metro 1, la más antigua de la ciudad y de la Europa continental. Salimos en el centro del parque. El día está nublado y frío. Vamos al globo que hay en el parque, que te sube para contemplar las vistas de la ciudad, pero debido al mal tiempo está cerrado. Nos dirigimos hacia el Castillo de Vajdahunyad y en la puerta nos encontramos con la estatua del Anonymous. Dicen que si tocas su pluma, tendrás suerte en los exámenes o publicarás un libro. Da un poco de miedo, porque lleva una capucha y no tiene cara. Damos una vuelta por los alrededores del castillo que es muy chulo. Pierde un poco de gracia porque el lago que lo rodea está vacío y lo están limpiando (luego, caemos en que ahí ubican la pista de hielo durante el invierno y la han cerrado hace poco). Caminamos hasta La Casa de la Música y nos resguardamos un rato de la lluvia. Continuamos hacia el Museo Etnográfico, un edificio supermoderno e imponente, y buscamos durante un rato el reloj de arena más grande del mundo, pero no lo encontramos.

Seguimos hasta la plaza de los Héroes. Una plaza amplísima rodeada de estatuas gigantes el monumento del milenio en el centro. Fue construida en 1896 para conmemorar los 1000 años de la llegada de los húngaros a Budapest.

Aunque no lo teníamos previsto, visitamos el zoo ya que Eva tiene muchas ganas. Es muy grande y tiene una gran variedad de animales, pero no nos gusta demasiado porque es antiguo y los animales no están en unas condiciones muy buenas. Aun así, pasamos allí casi 3 horas.

Agotados, salimos en busca de un sitio para comer y acabamos en un Burguer King cercano. Descansamos y reponemos fuerzas para terminar la tarde en el balneario Szechenyi, ubicado en el mismo parque. Queríamos ir al parque acuático, pero está muy lejos y es complicado llegar en transporte público. La visita al balneario es cara (unos 80 euros los tres), pero merece la pena solo por ver disfrutar a Eva bañándose, tirándose al agua y dando vueltas en un círculo con corrientes que hay en el centro de la piscina al aire libre. No llevamos toallas y hay unos 10 grados fuera. Pasamos un buen rato y vemos el atardecer allí metidos. Acabamos el día derrotados, sobre todo Eva, que llega al apartamento medio muerta.

 

MARTES 26 DE ABRIL – DÍA 4

Los excesos de ayer nos van a pasar factura. Eva está cansadísima y no quiere salir del apartamento. Se pasa el día de mal humor y quejándose por todo, y nosotros lo capeamos como podemos.

Hoy visitamos la zona de Buda, al otro lado del río. Vamos en metro y bajamos en la parada Batthyány tér, frente al Parlamento, un lugar excelente para contemplarlo y hacer fotos. Volvemos caminando hacia el Puente de las Cadenas y encontramos varias miniestatuas.

Subimos hasta la zona del castillo en el autobús 15?. Primero visitamos el Bastión de Pescadores. Es una preciosidad la muralla con sus torres y las vistas que se contemplan de la ciudad desde allí.

Después caminamos hacia el castillo. Éste aun siendo grandioso, no nos entusiasma. Tampoco ayuda la actitud de Eva que nos lleva todo el día discutiendo. Bajamos en el funicular (muy caro y breve) y caminamos por la orilla del Danubio hasta Bomo art, una preciosidad de tienda de artículos de papelería artesanos donde podrías quedarte a vivir. Después de comprar unos cuantos recuerdos, seguimos nuestro paseo descubriendo miniestatuas y disfrutando de un día soleado y fresco. Volvemos en autobús a la zona de Pest con idea de tomar algo en el Zoo Café, una cafetería donde tienen animales y puedes estar con ellos en la mesa. Está lleno hasta dentro de 2 semanas. Menudo disgusto se lleva Eva. Continuamos para visitar el mercado central de Budapest. El edificio es una preciosidad, por dentro no tiene mucho interés (un mercado de toda la vida). Acabamos comiendo en un chino una especie de crepes rellenos de todo. Volvemos hacia la zona de nuestro apartamento cogiendo el tranvía 2 que bordea el río. Es un paseo precioso que además nos sirve para descansar las piernas.

Llegamos al apartamento sobre las 4. Necesitamos descansar y reponer fuerzas. Salimos luego a dar un breve paseo, comprar algo y subir a la noria de noche para ver las vistas de la ciudad iluminada.

 

MIÉRCOLES 27 DE ABRIL – DÍA 5

Hoy tenemos programada la visita al Parlamento. Nos acercamos hasta la orilla del Danubio para ver el monumento de los zapatos, un homenaje a los judíos que murieron durante el holocausto en Hungría. Entramos al Parlamento y hacemos la visita guiada que dura unos 45 minutos. Es interesante y el edificio es tan grandioso por fuera como por dentro. Nos enseñan una zona de escaleras, un gran salón, el tesoro y la sala donde los parlamentarios debaten las leyes. En la tienda, compramos una ovejita echa de punto preciosa como souvenir para Eva.

Caminamos hacia el norte en busca de miniestatuas, compramos comida en un Lidl y cogemos el autobús que nos lleva a la isla Margarita, una parque en medio del río ideal para descansar y pasear tranquilamente. Visitamos el jardín japonés, comemos allí y volvemos caminando y descansando de vez en cuando. La torre del agua está cerrada y la fuente con espectáculo luminoso en obras. Descubrimos unas ruinas de un convento? Y un árbol enorme en el que hay dos chicas encaramadas a muchos metros de altura. Tomamos el autobús de vuelta y descansamos el resto de la tarde.

Después de ducharnos y reponer fuerzas, nos vamos a cenar al Twentysix, que está muy cerca de nuestro alojamiento. Nada más sentarnos, queremos inmortalizar el momento con un selfie y me quemo el pelo con una vela que hay en la mesa. Por suerte, el incidente queda en una anécdota sin importancia y disfrutamos muchísimo de la cena y del lugar.

 

JUEVES 28 DE ABRIL – DÍA 6

Tenemos hasta las 12 que tendremos que coger el autobús para ir al aeropuerto. Decidimos dedicar la mañana a hacer una ruta por los murales de la ciudad. Encontramos en internet un mapa y vamos en busca de estas pinturas por la zona de Pest y el barrio judío. Nos damos un buen pateo pero disfrutamos mucho de esta hermosa muestra de arte urbano. Aprovechamos para encontrar las últimas miniestatuas y pasamos por la puerta del famoso New York Café.

Cuando estamos volviendo al apartamento, recibimos un mensaje similar al del primer día con un nuevo retraso de nuestro vuelo (nota mental: no volver a volar con Wizzair). Cogemos las maletas y nos vamos al aeropuerto en el autobús 100E. Allí, tendremos que esperar como una hora hasta que indican la puerta de embarque de nuestro vuelo. Eva disfruta un rato en un parque infantil muy chulo con forma de avión. Finalmente, tomamos nuestro vuelo con una hora de retraso, que sumada a las turbulencias, hacen que lleguemos a Madrid con bastante retraso. Además, al llegar, cogemos la maleta facturada, nos cuesta un poco encontrar la parada del bus que nos tiene que llevar al parking, está lloviendo y es de noche. Una vez en el coche, tenemos que parar a cargar, con tan mala suerte que es festivo (no nos habíamos dado ni cuenta) y no podemos comprar nada para cenar. Finalmente, tenemos que parar en Ikea a tomar algo ya que se ha hecho muy tarde y nos pilla de camino. Pasamos un mal rato por la lluvia y el tráfico madrileños, pero llegamos a casa sin incidencias a las 00:00h.

  • Date 23/06/2024
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