7 días en Cantabria

En 2019 decidimos pasar nuestras vacaciones de verano en Cantabria. Aquí os dejamos un resumen de nuestro viaje, los lugares que visitamos, alojamientos e imprescindibles que no te debes perder:

DÍA 1

Salimos a las 10 de la mañana de Albacete con destino a los Picos de Europa.

Parada técnica para comer en Burgos y ver su impresionante catedral. En los alrededores hay una zona de bares y tapeo que está muy bien.

Hasta Burgos hemos venido por autovía. A partir de aquí continuamos por carretera nacional y a partir de Aguilar de Campoo empieza la carretera de montaña. Recomendable parar en el Mirador de Piedrasluengas, un paisaje insuperable.

Llegamos a Casa Carielda a las 7 de la tarde y nos damos un paseo por el pueblo, Pembes, una aldeita de 4 casas en la que Eva descubre los renacuajos.

DÍA 2

• Canal de Arredondas: dejamos el coche en Brez, cruzamos el pueblo (también son 4 casas) y enseguida encontramos el sendero señalizado. No tiene pérdida. Dura 1 hora y 45 minutos y no tiene dificultad, salvo algún tramo cuesta arriba, pero las vistas son increíbles. Es una excursión poco transitada y muy recomendable.
• Monasterio de Santo Toribio de Liébana: paramos unos minutos a ver este monasterio. No está mal y cerca de la carretera principal, pero en nuestra opinión no es imprescindible.
• Potes: comemos en Casa Cayo, uno de los restaurantes con ventanas al río. Impresionante cocido lebaniego y postres caseros. Totalmente recomendable. En Potes hay que pasear por su casco histórico y andar un rato por el río. Es una preciosidad. Me parece un buen lugar para establecer tu centro de operaciones, tiene mucho ambiente, muchos sitios para comer y está bien situado, además de ser precioso.
• Tudes: a pocos kilómetros de Potes, subimos con el coche hasta el pueblo. En la plaza pastan a sus anchas gallinas y polluelos. Cruzas el pueblo (de nuevo son 4 casas) y sale un sendero hacia Porciela, un pueblo abandonado. Es nada más que 1 kilómetro pero lo interesante no es el camino ni el pueblo abandonado sino las impresionantes vistas de la montaña.
• Enterrías – parque infantil: en la Bárcena, un alojamiento a pie de la carretera en Enterrías, por cierto con muy buena pinta y muy enfocado a los más pequeños, pedimos permiso para pasar a un parque infantil que tienen en medio de la montaña y pasamos allí un par de horas. Además el paseo para llegar bordeando el río es una maravilla.

DÍA 3

El día amanece lluvioso por lo que nuestros planes de subir al teleférico de Fuente De tienen que esperar.

• Mogrovejo: subimos a este pueblecito precioso pero no podemos bajar porque llueve bastante. Damos una vuelta con el coche y dejamos pendiente la visita para otro momento.
• Mercado de Potes: aprovechamos para bajar a Potes a ver su mercado de los lunes y comprar víveres. Es un buen lugar para comprar productos típicos, pan, dulces, verduras, queso, etc.
• Paseo por el río Cubo: como el día ha mejorado, ha dejado de llover y ha salido el sol nos decidimos a subir hasta Cosgaya para hacer una excursión por el río Cubo y resulta ser una auténtica maravilla. Hay que dejar el coche en un parking justo frente a un desvío a la izquierda que pone Cosgaya. Subes por esta carretera y cuando gira a la izquierda, coges el sendero que sale hacia la derecha siguiendo el curso del río. Cada 20 metros hay una cascada y vas caminando por un sendero plagado de vegetación. Nos encontramos unos palos y cuerdas cortando el camino pero somos unos valientes y nos lo saltamos para seguir un poco más. Puedes andar lo que quieras, es un paseo estupendo. Se supone que más adelante se llega a un bonito puente de piedra al que nosotros no llegamos.
• Mesón Los Llanos: volvemos por la carretera hasta el pueblo de Los Llanos para comer en el mesón que está a pie de carretera. Comida casera y a buen precio. Parque infantil, río y animales para entretener a los niños.
• Fuente De: como el tiempo ha mejorado nos animamos a subir a Fuente De pero al llegar hay bastantes nubes y no nos atrevemos a coger el teleférico por si no se ve nada. Mañana volveremos. Ya que estamos allí subimos por la parte de atrás del parking, siguiendo las indicaciones de un camping. Cogemos un sendero a la derecha y a pocos metros llegamos a una pradera con las mejores vistas que hemos disfrutado en nuestra vida. Es una pena que el 99% de la gente que visita la zona se pierda este lugar tan increíble. Después bajamos a la zona del parking donde hay un montón de vacas. Pasamos toda la tarde aquí encantados con el lugar.

DÍA 4

• Hayedo de Ilces: de camino a Fuente De, Google Maps nos indica un hayedo cercano y desviamos el coche por un camino del que nos costará salir. Está justo enfrente del desvío a ILCES, por la izquierda. Un paseo muy agradable por un bosque espeso y precioso. Lo malo es que es de subida y como ayer llovió mucho está todo embarrado. Pero la parada merece la pena. Como dijo nuestra casera, puedes parar en cualquier sitio y echar a andar, es una maravilla.
• Ruta fallida a Sotres: queremos visitar Sotres y subir el funicular de Bulnes pero ahora Google Maps nos juega una mala pasada porque nos ha desviado por una pista forestal por la que no nos vemos capaces de seguir. Lo dejamos pendiente para el próximo viaje.
• Teleférico de Fuente De: llegamos sobre las 12 y hay muchísima gente. Compramos la entrada y tenemos que esperar casi 2 horas hasta que nos toque, pero la espera merece la pena. La subida te deja sin aliento, las vistas desde arriba son espectaculares y además damos un paseo que nos lleva a un nevero donde Eva se lo pasa pipa. Desde la estación de El Cable (la superior del teleférico) salen diversas rutas. La idea es ir al Hotel Áliva, pero al llegar al desvío hace viento y nos desviamos hacia los Horcados Rojos para andar unos metros. Todo un acierto. A tan solo unos 20 o 30 minutos andando llegamos al nevero.
• Casa Carielda: pasamos la tarde en nuestro apartamento, descansando los pies y disfrutando de su maravilloso jardín. Creo que, junto el rato del nevero, ha sido el mejor momento del día para Eva.
• Pizzería En la Higuera: bajamos a cenar a Potes a esta pizzería donde las pizzas y las hamburguesas están riquísimas y muy bien de precio. Además, tiene una zona infantil en la que Eva pasa un buen rato jugando.

DÍA 5

• Desfiladero de la Hermida: hoy dejamos los Picos de Europa para irnos a la zona de costa. Subimos por el desfiladero de la Hermida, una zona de paso de gran belleza.
• Cueva del Soplao: cuesta un poco llegar, pero merece la pena. El paisaje es una auténtica maravilla y la cueva también, sorprendente. Además, muy interesante para los niños, se entra a la cueva en un trenecito y la visita es muy corta y amena.
• San Vicente de la Barquera: queremos comer en la Coteruca pero está llena, así que seguimos hasta San Vicente. Comemos en La Folía, cerca del puerto. Comemos unas deliciosas sardinas y rabas muy típicas de la zona. Todo muy bueno y a buen precio, muy recomendable. Postre en la heladería Regma, helados riquísimos y abundantes. Nos damos un paseo por el puerto y llegamos hasta el faro. Después vamos a la playa de Merón, donde Eva pasa el mejor rato del viaje. San Vicente es un pueblo precioso que merece la visita, incluso es un buen lugar para establecer como centro de operaciones.
• Bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal: por la autovía, camino de Santillana, encontramos este bosque, una preciosidad, merece una parada. Se accede por una pasarela y puedes estar el tiempo que te apetezca. Gratis y sin horarios.
• Posada Peredo y Villa: sobre las 8 de la tarde llegamos a nuestro nuevo alojamiento, cerca de Santillana del Mar. Una casona chulísima con un jardín precioso. La habitación no es muy grande, pero está muy bien de precio con desayuno incluido. Suficiente para pasar los 2 días que nos quedan.

DÍA 6

• Laberinto de Villapresente: a primera hora decidimos intentar el laberinto, para evitar las horas de más calor y es un acierto porque pega un buen palomo. Es muy divertido, Eva disfruta los primeros 5 minutos, enseguida se sube a la mochila y se duerme. Pero nosotros lo pasamos como chiquillos. 45 minutos nos cuesta salir de allí.
• Acantilado y molino de Bolao: no se pude bajar con el coche. Hay que dejarlo arriba en el camino y bajar andando unos 700 metros. Las vistas son muy bonitas.
• Playa de Luaña: Eva tiene ganas de playa así que paramos en ésta, muy bonita. Después de un rato de baño, nos vamos a la sombra de los árboles cercanos (sí, aquí las playas están rodeadas de bosque) y allí comemos y descansamos un rato.
• Comillas: visitamos el Capricho de Gaudí. Con la entrada puedes hacer la visita guiada y resulta ser muy interesante. Merece la pena la visita. Hacemos la compra y nos volvemos a nuestra habitación a ducharnos y descansar.
• Santillana del Mar: nos acercamos a Santillana a cenar. Lo hacemos en la pizzería Bitinia que hace unas pizzas riquísimas y muy bien de precio. Eva descubre un parque cercano y nos dan casi las 11 de la noche. No hay forma de llevársela de allí.

DÍA 7

• Santander: dejamos de lado Cabárceno (lo dejamos pendiente para otra ocasión) y visitamos Santander. Vamos directos a la península de la Magdalena. Empezamos por el parque infantil, tiene un montón de juegos pero da el sol de lleno. Después montamos en el trenecito Magdaleno que rodea la península y te van contando los monumentos y datos históricos importantes. Termina en el minizoo y damos una vuelta rápida.
• Olivia y Helados Regma: para comer nos decidimos por un local fusión peruano-japonés. Muy ricos los makis, no nos gustan tanto otros platos, y de precio un poco subido como todo este tipo de restaurantes. De postres, repetimos en un cercano Regma. Los helados son enormes y con un sabor exquisito.
• Playa de Arnía: pasamos toda la tarde en esta espectacular playa, de no fácil acceso pero de gran belleza. Nos ha faltado traernos las gafas de bucear para rematar un viaje inolvidable. Al fondo hay un gran roca y vemos que la gente llega andando por lo que parece un pasillo que se produce con la marea baja. Nos quedamos con las ganas de visitarlo (para la próxima)
• Santillana del Mar: nos llevamos a la cena al parque de Santillana donde Eva lo pasó tan bien ayer. Casualmente hay un teatrillo infantil y cenamos en una mesa de piedra cercana. Aquí rematamos el día.