Aunque el título y la portada tiren un poco para atrás, esta novela merece una lectura. Comencé a leerla porque la había visto recomendada en varios sitios y creo que es una recomendación acertada.
Juana es una niña que vive en una época en la que no encaja: siglo IX, las mujeres son tratadas casi como animales, relegadas a sus casas, a criar y cocinar, no tienen derecho alguno ni por supuesto se espera nada más de ellas. Pero Juana es diferente, una chica inteligente, inquieta y enérgica que no se va a conformar con eso y que demostrará que puedes conseguir todo lo que te propongas, si te esfuerzas y perseveras.
La historia de la papisa Juana es muy controvertida y aun en nuestros días no se sabe con certeza si existió realmente. Algunos expertos aseguran que la Iglesia trató de tapar esta etapa de su historia destruyendo todas las pruebas y menciones que a esta extraordinaria mujer se hicieron, pero existen evidencias de que pudo existir realmente: un ejemplo es que en los años posteriores al supuesto papado de Juana, ningún papa era nombrado sin pasar antes por la «silla estercórea» que tenía un agujero en el centro del asiento y un examinador daba fe de que el candidato tenía lo que había que tener.
Creo que todo este misterio que rodea a la existencia de Juana es el colofón perfecto para esta increible historia.
Lo hicieron. La mujer cogió las manos jóvenes de Juana en las suyas temblorosas y fijó su extraña mirada en ellas. Durante mucho rato no dijo nada; y empezó a hablar.
—Niña cambiada, eres lo que no serás; lo que serás es distinto de lo que eres.