Se mascaba la tragedia, tanto apretar tiene sus consecuencias. Hoy nos hemos dormido, en vez de ponernos en marcha para visitar Ayuthaya a las 7 hemos amanecido a las 9. Con todo el daño ya hecho bajamos a desayunar, hoy hemos decidido empezar a meterle al cuerpo comida Thai y el «arroz con pollo y cosas » ha sido el episodio 1, muy rico, pero pica.
Hago un alto en el camino para comentar el clima de este maravilloso país. Según los propios Tailandeses y a pesar de que son conscientes de que el año tiene 4 estaciones, ellos solo conocen dos, la hot y la very hot, puedo aseguraros que hoy era uno de los días very hot… Quillo ni Sevilla en agosto a las 3 de la tarde, acho pijo, ni Murcia en el parkin del Ikea cargando una furgo a pleno sol, sudando desde el minuto uno, recordando las pelis de los americanos que salían locos en Vietnam.
Con cierta dificultad encontramos el punto de salida de minivans hacia la ciudad de Ayuthaya. Tras 1.5 € y poco más de 1 hora, llegamos a la antigua capital del reino de Siam. Contratamos nuestro primer Tuc tuc, una suerte de moto-carro sin ningún tipo de medida de seguridad y especialmente diseñado para evitar el confort de los pasajeros. El conductor nos va llevando de templo en templo (cuáles hemos visto y cuáles recomendamos en próximas entradas). Son realmente impresionantes y te sientes como Indiana Jones o Lara Croft recorriendo las ruinas de una antigua civilización (nada más lejos de la realidad, ya que la mayoría datan del 1300 al 1500, tampoco está mal.)
El calor nos tiene destrozados y prescindimos de visitar el último templo para pedirle al «piloto» de nuestro engendro motorizado que nos lleve a comer a algún sitio, pero que tenga aire acondicionado».
Nos lleva a un garito escondido entre callejuelas. Suponemos que nos van a sablar y que se va a llevar una comisión por llevar allí a los «farang»… Pedimos 3 platos:
- Ensalada de Papaya
- Sopa de fideos verdura y carne.
- Verdura y carne cocida en Tortilla.
La tortilla y la sopa están muy buenas (a Merche la sopa le ha encantado, a mi no)… De la ensalada de papaya podría escribir aquí y ahora una novela rollo Shakespeare de amor imposible y odio infinito . Impresionante, brutal la mezcla de sabores en la boca.. pero qué picor… qué sudores, qué disfrute y qué sufrimiento XD. Los labios palpitando, dolor en las encías, lengua, detrás de los ojos y me resultaba imposible parar de comer… probablemente mañana cagaré fuego.
Volvemos en minivan a Bangkok, el tráfico rodado es imposible y tardamos un huevo. Seguimos sudando a chorro y como tenemos la espinita clavada de haber perdido 2 horas esta mañana, en vez al hotel nos vamos al parque Lumpini. Nos ha recordado al Central Park de Nueva York. Un gran lago, una multitudinaria sesión de aerobic y hordas de runners en este parque rodeado de rascacielos nos pican el billete para volver mañana con más tiempo y luz del día.
Nos hemos comprado nuestro primer souvenir, es muy molón…. y de ceramica, a ver si llega a Albacete. Mañana nos despedimos de Bangkok y llegaremos aún mas muertos que ayer.. lo mismo no hay wifi ni diario.
Dia 4 vamos a tope, un beso mamás!