Para los que no estéis familiarizados con esta expresión, baby-led weaning es el término que se usa para hablar de la alimentación complementaria de bebés en la que es el niño el que decide qué, cómo y cuánto comer. Además, se caracteriza porque la comida se ofrece al bebé entera o en trozos, sin triturar, para que sea el niño el que la manipule, pruebe, «mastique» y trague.
Los que nos conoceis sabeis que nosotros lo hemos llevado a la práctica con nuestra hija Eva y podemos decir que con bastante éxito. Eva come de todo, con año y medio sabe comer y beber sola y lo ha hecho prácticamente desde el principio. Por ello, nos gustaría contar nuestra experiencia por si sirve de ayuda a otros padres.
Durante los primeros 6 meses, un bebé no necesita otro alimento que la leche, ya sea materna o artificial. Así lo recomienda la Organización Mundial de la Salud y la mayoría de los pediatras y especialistas (aunque todavía queden algunos rezagados que se niegan a ponerse al día).
Es a partir de este momento cuando los bebés deben empezar a comer otros alimentos. ¿Por qué? La leche materna es pobre en hierro y un bebé podría sufrir anemia si siguiese alimentándose solo de leche. Hay que destacar que hasta el año de vida, la leche seguirá siendo su principal alimento. Por ello, no hay que agobiarse si el bebé cumple los 6 meses y no quiere probar otras cosas o come muy poquito, que es lo que ocurre al principio.
Nosotros empezamos ofreciendo alimentos a Eva a la hora de la comida. Cada tres días un alimento nuevo y empezamos con frutas y verduras. La patata o la zanahoria cocidas son buenos candidatos para empezar porque los pueden coger con la mano, sobresalen y son blanditos para poderlos chupar y morder con las encias. Al principio, el bebé utiliza la mano entera pero poco a poco irá utilizando los dedos y haciendo «la pinza» por lo que podrás ofrecer trozos más pequeños.
Lo más importante al principio es ser prudente pero no tener miedo, es decir, no quitarle ojo, observar cómo maneja la comida y estar muy atento por si se traga un trozo grande. Al principio apenas traga nada, estruja la comida con la mano y se le cae la mayor parte del alimento, pero poco a poco comprobarás que irá comiendo, será perfectamente capaz de masticar con sus encías y de gestionar la comida. A veces se le va un trozo un poco más grande, pero el bebé lo expulsará si no lo puede tragar.
Y los mismos consejos a la hora de beber. Ofrecer el agua o la leche en vaso. Al principio le costará un poco, pero enseguida beberá sin problemas e incluso cogerá el vaso él solo.
El siguiente paso es la cuchara. Aunque creas que es demasiado pronto, déjale la cuchara a su alcance para que vaya investigando y probando. Al principio, se le caerá todo pero antes de que des cuenta cogerá la cuchara correctamente y se llevará la comida a la boca sin problemas. También puedes probar a dejarle un tenedor pequeño.
En esta primera etapa, son de utilidad:
- Baberos de plástico con mangas
- Platos y cubiertos de plástico
- Trona fácil de limpiar
- Recogedor de alimentos: aquí tienes un vídeo que explica cómo hacerlo tú mismo
En conclusión y desde nuestra experiencia, estos son los principales consejos que os podemos dar:
- Ser muy prudentes, no dejar nunca solo al bebé cuando está comiendo, estar siempre atentos, pero sin miedo
- Nunca obligar a comer. Dejar que sea el bebé el que decida qué y cuánto comer
- Ofrecer alimentos que el bebé pueda coger con su mano y más pequeños conforme vaya usando sus dedos
- Ofrecer los alimentos de uno en uno y mejor a mediodía para detectar posibles alergias o intolerancias
- No os preocupeis por lo que ensucia. Al terminar, se limpia y listo
- Confiad en vuestro bebé. Son más inteligentes y capaces de lo que creemos
- Paciencia infinita
Esperamos que esta entrada os sirva de ayuda y que compartais vuestra experiencia o aportaciones si os apetece.