Hace un par de meses, decidí cortarme el pelo. Ya lo llevaba bastante largo y estaba un poco cansada. Total, que un día me fui a la pelu y, aunque dudé hasta el mismo momento en que me senté en el sillón, me lo corté.
Hacía poco había leído sobre la donación de pelo. Puede parecer una tontería, pero si lo piensas detenidamente, el pelo se tira a la basura, nadie se aprovecha de él, y hay mucha gente a la que le puede venir de perlas.
Indagando un poco por el ciberespacio, encontré una iniciativa que pareció interesante y bonita, Mechones solidarios. A través de las peluquerías colaboradoras y con las donaciones que reciben de personas anónimas, se dedican a crear pelucas de cabello natural y a donarlas a su vez a personas que las necesitan y no se las pueden permitir. Me quedé alucinada cuando leí que una peluca de cabello natural cuesta entre 600 y 1500 euros, y puede llegar a costar hasta 2500 euros si es hecha a medida. Las donaciones de la materia prima reducen el coste de producción entre un 60 y un 80%.
Si estás pensando en cortarte la coleta, puedes acudir a una de las peluquerías solidarias o enviarlo tú directamente por correo (creo que el envío me costó 1.80€). Aquí tienes toda la información para realizar tu donación.
Os animo a hacerlo. No cuesta nada y seguro que alguien será un poco más feliz.