Ayer nos acostamos con los deberes sin hacer y a las tantas.. No conseguimos encontrar transporte para la excursión que teníamos planeada para hoy (subir a la montaña más alta de Tailandia): enviamos un par de emails a agencias y transportistas locales que han quedado sin respuesta; preguntamos en el hotel y nos ofrecieron llevarnos por precios que serían caros incluso en españa…
Hoy, llegando al hotel un Songtaew nos pita y se para a nuestro lado ( un Songtaew es una furgoneta roja que hace las funciones de taxi-autobús) nos miramos unos segundos, esta es la nuestra, vamos a preguntarle. «Big» dice que nos lleva por la mitad de lo que nos habiamos marcado como precio máximo. Aceptamos el trato, mañana nos vamos al Doi Inthanon. Llegamos a la conclusión de que aquí te timan siempre, lo que no sabes es cuánto.
Como al final hoy hemos cambiado de planes, nos hemos ido al Reino de los Tigres. Esta visita resulta ser la otra cara de la moneda a la que os contabamos ayer. Aunque los hemos sobado y fotografiado hasta la saciedad (estar junto a un tigre mola mucho), nos vamos con un sabor agridulce y un poco arrepentidos de haber pagado por ello. Verlos encerrados en jaulas, algunas realmente pequeñas para su tamaño y con gente alrededor todo el día… No insinuamos que los maltraten, supongo que los crían en cautividad y están resignados o acostumbrados desde cachorros a todo este tinglao.
Después, hemos ido a una granja de orquídeas y mariposas y hemos disfrutado muchísimo. Las orquídeas son una maravilla, aquí tienen más de 700 especies diferentes. Y las mariposas…. Hemos hecho el recorrido 2 o 3 veces porque no nos cansábamos de verlas. Había de todas las formas y colores, algunas parecían pintadas con acuarelas.
El conductor del Songtaew quería que fuéramos a visitar una tienda de monos (si, una tienda donde venden monos, como Zara, pero vendiendo monetes) y un criadero de serpientes. Lo primero es una aberración y lo segundo… da un poco de canguelo así que hemos pasado.
Por último, hemos subido al Doi Suthep. Es el templo religiosamente más importante del norte de Tailandia, se encuentra en lo alto de una montaña desde la que se contemplan unas vistas espectaculares de la ciudad. Cuenta la leyenda que a un elefante blanco le fue encargado depositar una reliquia de Buda, y eligió este lugar haciendo sonar su trompa y dando 3 vueltas en círculos antes de acostarse allí. Nos parece muy buena idea, a partir de ahora todas nuestras decisiones importantes las tomaremos de esta manera. Por cierto, hasta hace relativamente poco (en realidad no sabemos hasta cuando) si te nacía un elefante blanco tenias la obligación de donarlo a la casa real, de lo contrario eras decapitado.
Mañana 5 de Diciembre es el cumpleaños del Rey de Tailandia y fiesta nacional. Esperemos que Big no falte a nuestra cita y que deje de diluviar (ahora mismo cae a chorrete).